martes, 19 de febrero de 2013

La historia de mi mejor amigo (2)


2-LA INTERRUPCIÓN

               ( -Si, esa es la historia de cómo nos conocimos y de cómo nos hicimos tan muy amigos.
                -Vale, ¿Me hablas ahora del incidente?
                -Si, te hablaré ahora del 28 de febrero. Te lo mereces.
                Una vez que le he dicho esto ambos sonríen como un niño y me miran ansiosos de que comience mi nuevo relato.)

...

                No les haré esperar, aquí viene la historia sobre el 28 de febrero:
                -Desde la mañana del 23 de enero nos estuvieron haciendo un montón de pruebas médicas. Parecía que tenía prisa en adjudicarnos la locura. Después de unos días entramos en el manicomio como ya te dije antes. Concretamente nuestra fecha de ingreso fue el 28 de febrero de 1981.
                -¡Háblame de las fechas de 1985, del 28 de febrero de 1985 o háblame del 23 de enero, pero no vuelvas a contarme nada sobre 1981!
                No puedo permitir más ultrajes como estos, si no quieren escucharme me da igual. Me callo y que me dejen en paz.
                Pongo la barbilla en el pecho y me cruzo de brazo. Ahora frunzo el ceño para indicar que estoy muy enfadado con la actitud de ambos. De mi boca no va a salir ni una palabra más.
                El detective me mira desconcertado, sabe que se ha ido de la lengua o eso creo yo. Mira al doctor de reojo como implorándole ayuda. Saavedra se encoge de hombros. Holmes me mira de nuevo y suspira. Finalmente me dice:
                -Continúa…
                Pero yo ya no quiero hablar, no me gusta que me interrumpan, nunca me ha gustado que no me tomen en serio. Quiero irme de aquí, ya he perdido suficiente tiempo.
                -¿Puedo irme a jugar?
                -No, no. Primero tienes que contarme lo que sucedió el día que te metieron aquí dentro. ¡Vamos! Estoy ansioso-me urge Holmes.
                -No quiero.
                Saavedra bufa de cansancio. Seguro que se está arrepintiendo de no haber traído una silla para él.
                -Muy bien, te irás a jugar cuando me cuentes lo que te he interrumpido.
                Parece que si no se lo cuento este tipo no me va a dejar en paz. Será mejor que le perdone para poder largarme de aquí.
                -No voy a permitir que vuelvas a interrumpirme. ¿Lo entiendes?
                -Alto y claro-me confirma el detective.
                Me aclaro la garganta y me preparo para continuar por donde me había quedado. 
...
Continuará

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